Efesios 4:20-24
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Una galleta Oreo no es una Oreo, y un sánguche no es sánguche, sin el centro. Dos mitades de galleta por sí solas, o dos sencillas rebanadas de pan ––sin lo que viene en medio, …no funcionan. Lo de en medio es lo que junta a los extremos en una nueva identidad.
Así también es esta vida que llamamos el cristianismo. Nuestro Señor nos enseño claramente que la vida en el Reino de Dios tenía que ser radicalmente diferente.
El mandamiento de DESPOJARNOS
"...Despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos..."
El "viejo hombre" tiene que irse; puro y simple. Nuestro antiguo estilo de vida, nuestra antigua manera de pensar y reaccionar, nuestra manera antigua de hablar ––todo tiene que irse. "Las cosas viejas pasaron..." (1 Corintions 5:17).
Se requiere PONER o "VESTIRNOS" de algo
Algo tiene que reemplazar al Viejo Hombre: el Nuevo Hombre. No se nos da la opción de escoger cuál será nuestra nueva naturaleza y estilo de vida; más bien, la Palabra de Dios nos dice que nos vistamos del Nuevo Hombre que ha sido "creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
¡El "CENTRO" ––lo de en medio––hace que funcione!
Entre el despojarnos del Viejo Hombre y el vestirnos del Nuevo, se nos dice: "...Renovaos en el espíritu de vuestra mente." Eso es lo que lo hace funcionar ––lo que nos hace comprender y ser capaces de vivir nuestra nueva vida en Cristo: le permitimos renovar nuestro entendimiento. Cuando esto sucede, por el poder del Espíritu Santo, dejamos de gozarnos de la antigua manera de vivir; de hecho, nos viene a ser algo repugnante. En cambio, hallamos que estamos hambrientos de agradarle a Dios ––¡deseosos de vivir santamente!
¿Usted ha sido renovado en el espíritu de su mente? ¿…O está luchando con dos mitades que no se pegan juntos, tratando de vivir para Dios sin en verdad comprender cómo, y luchando con deseos para el mundo?
¡RENUEVESE HOY!